#1 2017-07-13 13:35:04

ekah
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[Rol público] El reino de Knovv

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http://orig11.deviantart.net/9527/f/2017/194/f/4/ambientacionehistoria_by_ekahmyu-dbg5bsm.png
Durante evos la paz ha imperado en el fantástico reino de Knovv, pero con la muerte de su último rey y el ascenso al trono de su única hija (La reina niña) se auguran turbulencias y un futuro incierto.
Debido a la corta edad de la reina, son principalmente sus consejeros los que toman las decisiones y gobiernan por ella. En un infructuoso intento por aplacar las rencillas entre las comarcas, el consejo se ve forzado a decidir con cual de sus numerosos pretendientes se casará la joven reina.
Este compromiso levantará expectación a lo largo del reino ya no solo por el torneo organizado para la celebración de dicho enlace, en el cual el ganador no solo se coronará como el mejor guerrero de las seis comarcas, sino que además recibirá la recompensa del 40.000 coronas de oro; sino también por la indignación y el enfado por parte de las pretendientes rechazados.
Y tú, ¿de qué lado estás en esta batalla por el poder?
http://orig02.deviantart.net/f42d/f/2017/194/0/4/areas_by_ekahmyu-dbg5bsj.png
Geográficamente

✖ En la parte más profunda del norte, por la zona de Aksunj, se extiende una cordillera, alcanzando su pico más alto en Dreetyuv, en el cuál además se puede acceder por una abertura difícilmente perceptible, adentrándote en un oscuro y frío laberinto de pasadizos y cuevas, desconociendo que puede habitar ahí. El bosque ocupa una zona territorial discontinúa, adentrándose así por el sur de Isslier y extendiéndose en ésta más allá de lo que llega a alcanzar la vista, siendo la zona más boscosa del reino. También se adentra por zonas como el suroeste de Aksunj, el norte de Weiorsh haciendo así que posea la segunda zona boscosa más considerable, y ocupando una pequeña zona del noroeste de Shabbur, la capital. Posee una variada vegetación de todo tipo, estancaciones de agua y ríos discurren por él, además de que está repleto de criaturas extrañas. Las llanuras, poseyendo un carácter más bien árido y casi desértico, se extienden entre Weiorsh y Esnagh. Las playas de arena se sitúan sobre todo a lo largo de la capital y de Esnagh, pues una vez empiezas a dirigirte hacia el norte predominan más los acantilados y salientes pedregosos moldeados a partir del deterioro del entrechocar de las olas contra ellos. Las islas son una zona al margen, siendo la principal, Hutikke, la más grande del conjunto, posee una única playa que conecta con una pequeña zona boscosa independiente. Las islas menores, y en concentro las más pequeñas, se tratan de de lugares áridos y pedregosos donde las formaciones de cuevas son lo común.

El Reino

✖ Shabbur: Aunque geográficamente la capital no se encuentra como tal en el centro del reino, lo que le favoreció fue principalmente su situación estratégica al lado del mar Frsset, lo que le permitió y le permite hasta el día de hoy el libre comercio con las reinos más allá de éste. Así pues, su puerto, el comercio, y básicamente el intercambio y movimiento de mercancías, saberes y personas de todo tipo lo convirtió el centro neurálgico. La religión imperante es el culto a Certs. En cuanto a su moneda, la corona, siendo la de más valor la de oro, seguida de la de plata y la de bronce.
Melodía de Shabbur

✖ Aksunj: Aunque el norte también se extienda por Isslier, la mayor parte perteneciente al reino se encuentra aquí. Dividido a su vez por clanes, sus principales son los del Norte, Sur, Este y Oeste, pero existen a su vez ramificaciones independientes más pequeñas. Esta zona está poblada sobre todo por demonios, aunque mayoritariamente demonios “bestia” (Cambiantes, personas medio animal). Aquí, si bien la palabra del rey o la reina es importante, más que la nobleza prevalece la ley del más fuerte.
Melodía de Aksunj

✖  Isslier: La zona boscosa, rodeada por un aura de misterio e incluso en ocasiones de... oscuridad, si bien pertenece al reino normalmente por estos parajes extraños viven al margen los unos de los otros, pues aquí las agrupaciones y sociedades dependen de razas (Predominando elfos y hadas, aunque en general habita todo tipo de criaturas del bosque), y se tratan de castas un tanto cerradas.
Melodía de Isslier

✖ Weiorsh: Conocido también como “Zona de paso”, después de la capital es el segundo lugar más destacable. Si bien no posee la misma facilidad para el comercio exterior porque sus puertos se encuentra al otro extremo del mapa, al tener fronteras tanto con la capital, como con Isslier, Aksunj y Esnagh lo convierte en un sitio bastante concurrido.

✖ Esnagh: La parte sur del reino se caracteriza por sus amplias costas y su clima caluroso. Todo esto favorece al comercio pero, a pesar de tener esto en común con Shabbur, se diferencia porque Esnagh se trata de un área rural, donde predomina la sencillez, la calidez de sus lugareños y un estilo de vida tranquilo.
Melodía de Esnagh

✖ Hutikke: Pese a los intentos de Shabbur por mantener el archipiélago a ralla, las islas se tratan de un lugar independiente que en numerosas ocasiones vive al margen de la ley. Si bien la isla principal que da nombre al conjunto es un lugar paradisíaco e idóneo para vivir (Y el lugar preferido para las criaturas marinas tales como sirenas, cecaelias, selkies o ninfas acuáticas), las islas menores o más pequeñas se suelen convertir en escondite de bandidos, contrabandistas y piratas, por lo que hay que tener cuidado cuando se viaja por esta zona.

[Se aceptan sugerencias para el resto de melodías].

https://orig00.deviantart.net/fc2a/f/2017/331/d/9/knovv_by_norisadcat-dbv09mi.png
http://orig15.deviantart.net/1e3f/f/2017/194/5/d/normas_by_ekahmyu-dbg5brq.png
✖ Principalmente, las del foro.

✖ No se permite el flood (Dos o más mensajes/post seguidos de un mismo usuario).

✖ Se debe rolear en primera o en tercera persona (como gustes), pero no se permite del tipo “acciones entre **”, post demasiado cortos (mínimo cinco líneas) y/o cosas por ese estilo. Así como tampoco se pueden poner caritas/emoticonos tipo msn (“xD”, “C:”…) ni expresiones tipo "lol", "wtf", etc.

✖ Los diálogos irán entre guiones [- -].

✖ Hay que interactuar con los personajes. No se puede hacer un post, por muy largo que sea, en el que solo hay pensamientos. No tiene porque hablar, pero tiene que hacer algo (un gesto, una acción…)

✖ No se realizarán acciones de otros personajes que no sean suyos.

✖ Siempre se rolea en español, pero se pueden usar palabras simples en otros idiomas. Si estas son más complicadas se pone entre paréntesis la traducción.

✖ No se pueden repetir nombres o fotografías en el rol, para evitar confusión, peleas y/o malentendidos.

✖ Prohibido los poderes ilimitados y la inmortalidad, debe haber igualdad en condiciones. Por ejemplo, un elfo puede ser hechicero, pero tiene habilidades limitadas. Se pueden elegir determinadas habilidades que dependiendo de como sean se restringirán o no. Asimismo y por lo ya mencionado, están prohibidos los dioses o semidioses.

✖ Están permitidos los personajes híbridos o “semi-...” a excepción de los mencionados anteriormente.

✖ Se debe respetar el tiempo. Por ejemplo, no puedes decir cosas sobre el día si es de noche o inventarte cambios climáticos.

✖ En cuanto a las habilidades debe haber un equilibrio. Es decir, deben tener sus ventajas y desventajas utilizarlas. Toda habilidad que se considere excesivamente poderosa para el daño que realiza se deberá modificar.

✖ No se inventarán los lugares. Los sitios vienen descritos en el anterior apartado.
http://orig09.deviantart.net/2f6d/f/2017/194/a/f/ficha_by_ekahmyu-dbg5bs5.png
Nombre:

Género:

Edad:

Estatura:

Peso:

Raza: Humanos, hechiceros, elfos, hadas, ninfas, enanos, sirenas, cecaelias, selkies, demonios, cambiantes ("medio" animales tales como licántropos, centauros, etc.), y bueno, en general se aceptan sugerencias.

Descripción psicológica: (8 líneas mín.)

Descripción física: (8 líneas mín.)

Historia: (10 líneas mín.)

Poderes y habilidades: No es obligatorio, en las peleas únicamente participará quién desee apuntarse a torneos y/o busque pelea explícitamente, pero es recomendable tener algunas técnicas aunque sean de defensa.

Son 6 en total.
Básicas, 3 de 100 puntos.
Medias, 2 de 200 puntos.
Especial, 1 de 300 puntos.


Imagen:

Las fichas se postean en un tema a parte para evitar cualquier tipo de problema
, (como por ejemplo personas que se registran cuando el rol ya estaba avanzado, y luego tener que buscar las fichas entre páginas y páginas de roleos se hace bastante pesado). Click aquí.

Modifcado por ekah (2017-11-27 10:27:53)


« Porque aprendí que si no creo en mí misma, el mundo nunca creerá en mi. »
 

#2 2017-10-01 18:38:55

ekah
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Una vez más amanece en la concurrida Seyna, ciudad capital de Shabbur. A pesar de que el sol iluminaba las calles, el ambiente no era tan caluroso como lunas atrás. Con el fin inminente del verano, y nubes de tormenta amenazando por el horizonte del expectante futuro del reino, estaciones atrás comenzaron los preparativos para grandilocuentes y jubilosas celebraciones por motivo de la celebración del enlace de la Reina niña.
La importante ciudad conformada casi en su totalidad por gentes humildes, exceptuando su centro neurológico de nobles, comerciantes y etcétera, eran mayoritariamente inconscientes de la tensión que se palpaba en el castillo donde tiempo atrás se había concretado el casamiento, y, que como el frío y crudo invierno, se acabaría extendiendo también a lo largo del reino. Pese a las esperanzas depositadas en el enlace, lo que no sabían era que esto solo originaría una gran herida que tan solo traería más problemas, además de, muy seguramente, consecuencias nefastas.
Así pues, se hace una llamada para acudir al que siendo el primer evento, e iniciando veda a esta afluencia de acontecimientos, será el mayor torneo del siglo, pues finalmente se abrieron las inscripciones al público para el este gran evento.

Modifcado por ekah (2017-10-01 18:53:12)


« Porque aprendí que si no creo en mí misma, el mundo nunca creerá en mi. »
 

#3 2017-10-02 00:25:33

akagi
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

A llegar Meridiana al mercado este día, lo encuentra algo alborotado. Algunos comerciantes comentan la noticia, se ha abierto la inscripción al torneo. La ciudad tendrá nuevas caras. Algunos consideran propicia la ocasión para hacer negocios con la coyuntura. “A río revuelto, ganancia de pescadores” (como dice el dicho).  Como siempre, los cambios generan inestabilidad, para algunos la ruina y para otros el triunfo.
-Habrá que conocer a los participantes, para saber qué cartas hay en el mazo -  comenta en voz alta Meridiana, sin pensar en quién podrá escucharla.
-Seguro habrá algunos dispuestos a ganar algún  dinero extra, apostando en las justas.
John, un viejo comerciante de granos, con quien Meridiana suele hablar, le dice si necesitar dinero, que podría alquilar el cuarto extra de su casa, dado que habrá muchas personas en la ciudad.
Meridiana responde:  –No creo, si viene a pelear por el trofeo, prejuzgo que ha de ser una persona vanidosa, no me llevaría y, además, dos egos enromes no entran en la pobre choza-. Si es un espectador, seguro desconfiaría de él.
John, desconcertado, la mira.
Ella dice: -Yo iré como espectadora, sí, pero sé a qué voy; los demás me son una incógnita.


No tengas miedo a que un buen amor te mate, ten miedo a no vivirlo y pensar lo que hubiera sido...
 

#4 2017-10-02 14:21:19

ekah
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Los primeros rayos del sol se filtraron en mi habitación, haciendo que abriese los ojos para encontrarme con el mismo techo de siempre. Me levanté y me aseguré de que la puerta estuviese cerrada con llave para evitar problemas. Abrí las ventanas de par en par y aspiré el fresco aire que emanaba la gran ciudad de Seyna. Nunca podré acostumbrarme a ver tanta multitud de personas por las calles. Suspiré. Sabía que este no era mi lugar… No tardé mucho en cerrar las ventanas y disponerme a vestirme rápidamente; debía estar puntual para el entrenamiento. Me dispuse a colocarme las vendas alrededor del pecho cuando oí que alguien tocaba la puerta de manera suave y me decía:
—Edryan, quizás deberías ir más rápido. Hoy no toca entrenamiento, nuestros superiores quieren vernos nada más desayunar. —dijo aquella voz de manera tranquila.
Sin decir una palabra acabé rápidamente con mi armadura y abrí la puerta. El joven Cheo de cabellos oscuros y lacios me sonrió y no pudo evitar decir:
—¿Otra vez la armadura? Edry, no vamos a luchar. Solo quieren decirnos algo, no nos van a hacer daño. —tuve que levantar la cabeza para responderle al joven tan alto de ojos negros como el carbón, de manera seca:
—Nunca se sabe. Hay que estar preparados siempre. —tras decir esto, Cheo no pudo evitar soltar una ligera risa.
Nos pusimos en marcha hacia el comedor, y a lo lejos vimos la gran coleta de Siff. Siempre le decía que esa coleta podría detectarse a mucha distancia, pero él jamás se la cortará. Nos saludó y dijo:
—¿Otra vez con la armadura, Edry? ¿Tantas ganas tienes de pelear contra la sopa o la carne de buey? Te lo advierto, pero son adversarios muy duros, yo el otro día casi no lo cuento. —me señaló con la cuchara de madera. Su cara de zorro y sus ojos rasgados, junto con su característica sonrisa, siempre parecían indicar que te estaba tomando el pelo.
Sin decir una palabra, le dediqué una pequeña sonrisa mientras me dispuse a comer. Cheo y Siff conversaron, entonces, sobre la llamada de nuestros superiores. Nadie sabía nada, ni si quiera el astuto azabache, quien siempre se las ingeniaba para enterarse de casi todo lo que se hablaba entre los miembros de la caballería. Terminamos rápidamente nuestra comida y fuimos al patio, donde el Gran Caballero Roddert estaba esperando junto a los cinco paladines y el mago Yessef. Cuando entramos todos, nos pusimos en fila y realizamos nuestro saludo mientras el Gran Caballero gritó:
—¡Por la Reina y por Knovv!
—¡Por la Reina y por Knovv! —gritamos todos al unísono.
—Bien. Caballeros, tenemos algo que anunciarles. Como ya sabéis, se acerca el matrimonio de la Reina. Y para celebrarlo, se ha decidido hacer un torneo para dentro de catorce lunas en el que vosotros, mis caballeros, pelearéis contra los demás participantes y lucharéis por conseguir el oro. No sólo conseguiréis dinero, sino también fama y un premio extra que por el momento no diré. Victoria o derrota. No debéis dejaros intimidar por los participantes, sois caballeros y tenéis que estar preparados para derrotar a cualquier enemigo. Eso es todo. ¡Rompan filas!
Nos dispersamos y nos fuimos a uno de los pasillos. Cheo tenía la mirada en el suelo, y podía percibir su preocupación. Le puse una mano en el hombro y le pregunté:
—No quieres participar en el torneo, ¿verdad? —y como si hubiese adivinado en lo que estaba pensado, me miró fijamente y asintió.
Quedamos en silencio. Sabíamos que no podíamos hacer nada para evitarlo, ya que al convertirte en caballero asumes este tipo de responsabilidades. Aun así, Siff no pudo evitar chasquear la lengua. También conocíamos el carácter de Cheo; si podía evitar de cualquier manera la violencia, lo haría. En el fondo, él no quería ni la fama ni la gloria, simplemente una vida sencilla… justo como yo.

Las siguientes lunas fueron duras. Pasamos más horas de lo habitual entrenando con la espada y midiendo nuestra fuerza. En muchas ocasiones pasé miedo, debido a que no me permitían llevar la armadura. Por suerte, el uniforme de entrenamiento era lo suficiente ancho como para que no me delatase. Muchas veces el sueño me vencía; en otras, ganaba yo. Me distancié de mis dos camaradas para dedicarme en cuerpo y alma al entrenamiento con la espada y la magia. En una ocasión en la que estaba leyendo acerca de la magia en la biblioteca, noté a alguien detrás de mí. Sin girarme, pude agarrar el bastón con el que el mago Yessef pretendía golpearme. Giré mi rostro y dije:
—Señor, sabe muy bien que ya no soy la niña de hace diez años. Un bastón no me impedirá que participe en el torneo.
—Lo sé, querida. Nunca está de más una bromita de bastón. Je, je. —rió el anciano mientras apartaba su bastón y acariciaba su larga barba plateada. Su aspecto era el de un hombre menudo, de arrugas muy marcadas y ojos pequeños. Aun así, yo le respetaba como persona y como mago. Era el mejor maestro de los elementos luz y oscuridad, dos especialidades mágicas muy difíciles de controlar juntas. Y por supuesto, él se encargó de enseñarme la magia curativa y del elemento luz.
Dejó de reír repentinamente y puso su semblante serio. Me miró a través de esos pequeños ojos y yo sabía perfectamente lo que me decían, otra vez. El mago Yessef suspiró y dijo:
—¿Cuándo se lo dirás a tus camaradas? ¿Tu madre sabe tus intenciones? ¿No seguirás pensando allí, verda-
—Pienso ir a por padre, cueste lo que cueste. —le corté rápidamente. —Y si tengo que pagar las consecuencias, estoy preparada para ello. No obligaré a nadie; esto es entre padre y yo. —rápidamente cerré el libro, me levanté y marché de allí.
Me senté en uno de los balcones de la caballería, exhausta. Necesitaba dejar mi mente en blanco. Paseé mi mirada por la ciudad, contemplando la multitud de personas que venían en busca de nuevas oportunidades para medir sus destrezas y alzarse con la victoria... Creo que lo mejor para olvidarme de esta tensión es pasearme por allí. Sin pensármelo dos veces, me cambio de ropas y me dirijo hacia las abultadas calles. Vestí con las únicas prendas que tenía a parte del uniforme y la armadura. Una camisa de color crema que me quedaba grande y como siempre, ocultaba mi figura femenina, unos pantalones de color cobrizo, y unas botas altas oscuras. Salí con mi espada enfundada y amarrada a mi cadera con una correa de cuero, dispuesta a olvidarme de cualquier cosa relacionada con la caballería. Pude ingeniármelas para pasar desapercibida y salir de la academia sin ser vista, por suerte. Una ligera sonrisa se coló por mi rostro. ¿Es esto a lo que llamaríamos una “escapada furtiva”?

Caminé como pude entre la multitud de personas, aunque hubo una voz que me hizo parar en seco:
—…habrá algunos dispuestos a ganar algún dinero extra, apostando en las justas.
¿Apostar sin conocer a los participantes? Ese fue el primer pensamiento que se me cruzó por la mente. Me acerqué al que parecía ser un comerciante para encontrar otra figura a su lado, la cual me llamó especialmente la atención. Era más baja que yo; más no parecía débil, iba completamente tapada y no pude ver su rostro por completo. Intenté unirme a la conversación de manera pasiva sin tratar de llamar la atención, simplemente escuchando. Aunque no pude evitar preguntar:
—¿Los ciudadanos apuestan por personas sólo por su aspecto físico?—dije en un tono medio, debido al ruido de las calles.

Modifcado por ekah (2017-10-02 19:43:30)


« Porque aprendí que si no creo en mí misma, el mundo nunca creerá en mi. »
 

#5 2017-10-03 02:55:11

akagi
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Meridiana, percibe esa voz y pregunta:
-John, ¿Ahora irás como ventrílocuo a la feria?-
Sonríe por debajo del velo, mueve los ojos hacia el jovencito impertinente y prosigue
-Las reglas de urbanidad indican que deberías mantener la mirada a tu interlocutor cuando le diriges la palabra.-
John, gira la cabeza hacia donde estaba Meridiana y dice:
–Amiga, esa pregunta no es de mi inventario, no la cargues a mi cuenta, sabes que sólo financio las apuestas, porque la casa siempre gana. Tu estarás en el terreno y manejarás los momios.-
Hablaba descarnadamente ante el mozuelo, confiado en su impunidad. Luego, mira hacia donde estaba el joven y dice:
-Y tú, ¿qué piensas? ¿estarías dispuesto a probar suerte? A mayor incertidumbre, los guarismos aumentan, lo que generaría una mayor ganancia…-
Meridiana interrumpe a John e interroga al joven:
-¿Considera usted que puede predecirse lo que ocurrirá, basado en algún cálculo racional? En su caso, ¿usted conoce todas las variables necesarias para realizar un cálculo que le permita establecer quién ganará en la arena?-
Al no ver vello en su rostro, denotaba ser muy joven, prejuzgaba inexperto e ingenuo y le molestaba la idea que John pudiera aprovecharse de esa situación y dijo:
-John, nuestro joven amigo, no busca fortuna, no sé si lo pueda ganar la fama, me inclino más por la hidalguía. Su motivación no es el dinero, no apostaría contigo. Además, podría ser uno de los contendientes y no estaría bien visto que apostase por otro luchador, sólo podría apostar por sí, y ello le quitaría chances de ganar. -
Dirigiéndose al joven dijo:
-Disculpe, no nos hemos presentado, me llamo Meridiana Andrias, ¿y usted?


No tengas miedo a que un buen amor te mate, ten miedo a no vivirlo y pensar lo que hubiera sido...
 

#6 2017-10-03 17:57:05

norima
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Danyel Deynthier

Apenas había pasado el alba cuando, inconscientemente, comencé a revolverme en el maltrecho colchón pese a que, comparado con donde habíamos tenido que dormir hasta ahora, era clara e inmensamente mejor. Me senté casi queriéndome sentir dolorido, y desperezándome, con las piernas cruzadas mirando hacía la ventana entrecerrada, dedicando un momento a observar como comenzaban a entrar ligeros y perezosos rayos de luz por sus hendiduras.

***

Hacía varias lunas que junto a, gracias a los dioses, mis más íntimos camaradas de la compañía Inconel (El último grupo de mercenarios en el que me había visto envuelto por culpa de las buenas decisiones o la mala suerte de Yeiff, mi único y verdadero mejor amigo hasta la fecha), nos traslademos a la concurrida y provechosa capital del reino al ser contratados por cierto comerciante, al parecer bastante influyente y con contactos incluso en la corte de la reina. Esperando hacer un buen negocio, no nos lo habíamos pensado dos veces, así que tras una azarosa y penosa marcha por los caminos menos maltratados en una nada deleznable y corta semana, habíamos llegado al punto de encuentro.


El comerciante era canoso y bajito pero parecía bastante resuelto, se hacía llamar Eisnarld, y al parece no era autóctono de Shabbur.

Tras pocos minutos conversando con él en el comedor de una lúgubre posada que se encontraba casi a las afueras, se podía intuir la ambición y la mezquindad que se escondía tras las palabras de este hombre. Obviamente nosotros no eramos mucho menos nadie mejor que él para juzgadle; pero teniendo en cuenta su posición en la jerarquía de la vida, no parecía tener por qué la necesidad de rebajarse a tal nivel para ganarse un lugar en el mundo.

El trato estaba en que nos las ingeniáramos, y no tenía por qué ser con métodos ortodoxos, para que cualquiera de los cuatro ganara el torneo a su favor. Él se llevaría el renombre y la gloria y tal vez algún que otro favor más de la corte, y nosotros nos podríamos repartir el dinero, tanto del premio como de su recompensa. Yeiff me miró de reojo, frunciendo el ceño. Entendía lo que me quería decir.


Tras una larga charla, cerremos el trato y con el adelanto del primer pago, salimos de allí para dirigirnos a alguna otra posada que no tuviera tan mala pinta como aquella.

—Si vemos que la cosa se tuerce siempre podríamos matarlo y quedarnos tanto con el premio como con su recompensa y huir sin esperar ni un segundo —dijo Bnorj —al fin de al cabo somos simples mercenarios, en cuanto nos perdamos del mapa se acabarían olvidando de nosotros siempre que sepamos bien como escondernos durante un tiempo —añadió con esa amplia y amable sonrisa que tan bien se adhería a su cara de bonachón, intentando levantar el ánimo. Bnorj era el mayor, tanto de edad como de tamaño, y si no fuera porque podría matarte de un golpe, sería como el padre de todos nosotros.

—Sigo sin fiarme de ese miserable —casi escupió Yeiff.

—Venga, ya está hecho. Dejémoslo estar. —Entonces me dirigí al grupo —Mejor vámonos a divertirnos a algún lado —guiñé un ojo y adelanté el paso —Siempre podemos buscar un sitio para dormir más tarde… —dejé la frase en el aire.

El sol apenas se estaba ocultado y a medida que nos adentrábamos al centro neurálgico de la ciudad aumentaba el bullicio, así que todos estuvieron de acuerdo.

***

Así pues, como a estas alturas ninguno de esos holgazanes se levantaría hasta al menos un rato más tarde, pues ciertamente el trabajo que se nos había encomendado aun no podía llevarse a cabo, decidí darle un codazo a Yeiff para avisarle de que me iría un rato por mi cuenta.

—¡Ts! —Siseé, en un vano intento por susurrar— Me las piro a buscar algo interesante que hacer, esperadme para la hora de comer.

Yeiff emitió un gruñido sin más articulación y se dio la vuelta dándome la espalda. Tomé su respuesta como una aprobación y me dispuse a salir. Para mi sorpresa, me encontré con la melena pelirroja de Absdem en la taberna, así que me dirigí hacía él y me senté en su mesa para tomar algo antes de irme.

—¿Ya despierto? —pregunté —Pensé que con lo de ayer hoy se te haría difícil despegarte del suelo —añadí socarronamente, llevándome un trozo de pan a la boca.

—Lo mismo te podría preguntar a ti —me sonrió casi imperceptiblemente, sin levantar la mirada de unos papeles frente a él. Absdem, al igual que yo, había sido instruido, sabía leer, y tenía unas nociones nada envidiables por cualquier mercader culturizado —Quería informarme un poco sobre la zona, pues la verdad es que nunca había estado en la capital.

—Yo planeo salir a dar una vuelta, a ver qué se cuece por ahí —me aparté el flequillo de la cara y me dispuse a levantarme —Volveré más tarde, lo prometo.

—Ten cuidado, chico —contestó escuetamente, poniendo los ojos en blanco, pero riéndose para si mismo en el fondo.

—No prometo nada —dije alzando la voz con una sonrisa en los labios, ya casi fuera del lugar. Una vez en medio de la calle me dirigí hacia el concurrido mercado, expectante de que podría ver, escuchar o encontrarme que valiera la pena.

Mientras me perdía entre la marabunta de personas y puestos no pude evitar percatarme y acabar agudizando el oído de más, dejándome llevar por una conversación sobre apuestas por los participantes en el torneo. Enseguida me puse a elucubrar ideas dispersas, dándole forma a una en concreto. Tal vez podríamos repartirnos papeles de a dos, y los que no participen apuesten por uno y por otro, para que, sin importar cual gane, sacarnos además un beneficio extra. Me propuse no olvidarme de comentárselo al resto, mientras seguía dejándome llevar por el lugar, estando atento.


Nouse aina noitussani. Iske, iske aina iskeissäni. Laula aina laullessani.
Vihmo itses vihmoessas.

                                                                                                      2008/03/20
 

#7 2017-10-03 21:24:44

ekah
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

La mujer y el hombre, que seguían conversando acerca de las apuestas, generó en mi un pequeño orgullo un tanto satisfactorio. El saber que mi persona no buscaba el dinero, y que la gente pudiese contemplarlo de manera tan clara como ella, me hacía sentir que todavía existía mayor bondad que maldad en este reino. Mi impulsiva cuestión me delató ante las dos personas y me sentí avergonzada por un momento. Carraspeé y dije, en un tono más sutil:
—Disculpad mis modales, es irrebatible que para empezar nos presentemos. —me giré hacia la misteriosa mujer, y con una ligera reverencia, y un brazo sobre mi pecho, dije—Mi nombre es Ser Edryan de Ordpast, recién nombrado caballero. —volteé la mirada hacia el comerciante, y le respondí, tan cordial como mis palabras me lo permitían. —Buen hombre, usted sabe que la incertidumbre no puede generar ganancias. Si me permite añadir, diría que las ganancias no deberían ser el foco de nuestra atención, y menos aún el deseo de obtener más. Mi deber, como buen caballero, a pesar de no llevar mis ropas como tales, es de proteger el reino y velar por su prosperidad. —al terminar la conversación con el hombre, volví con la mujer que captó mi atención por sus sabias palabras, y dije, mientras me erguía y me posicionaba con un brazo detrás de mí y con otro abierto hacia más allá de la calle. —Señorita, usted parece una mujer de buen haber. Hace mucho que no salgo por estas barriadas, ¿me haría el favor de acompañarme en este paseo matutino? Si mal no recuerdo, un compañero me dijo que había una plazoleta cerca de aquí.


« Porque aprendí que si no creo en mí misma, el mundo nunca creerá en mi. »
 

#8 2017-10-04 13:11:28

akagi
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Meridiana, inclina la cabeza, cierra levemente los ojos, sin perder contacto visual periférico hacia su interlocutor (en el mercado hay que estar atento, y expectante, puede pasar cualquier cosa de un momento a otro, nunca faltan personas siempre dispuestas a sacar ventaja: pendencieras, rufianes y ladrones –también hay tahúres, pero con ellos Meridiana tiene menos problemas-).
-Buenos días, joven y novel cabalero, Ser Edryan de Ordpast, un gusto en conocerlo.
-Sus palabras son tan frescas y cristalinas como el rocío matinal, lamentablemente el paso de las horas en nuestra vida trae aparejada la niebla que opaca nuestra visión. No quiero abogar por John, no necesita intérpretes ni abogados, pero supongo que lo que usted ha dicho en punto a que la incertidumbre no puede generar ganancias es contra fáctica, producto de su plétora de valores combinada con una escasez de experiencia. -
Luego de expresar esas palabras, Meridiana voltea la cabeza hacia John, guiña un ojo (sonríe por debajo del velo), y le dice:
-Ya seguiremos la conversación en otro momento, una invitación a un paseo matutino no puede despreciarse y menos en tan diáfana compañía. Hace mucho que no refresco mis oídos, me gustaría poder volver a mirar la vida con esos ojos. -
Mientras camina hacia el joven, con el brazo aún al costado de cuerpo, levanta levemente la mano y la mueve de izquierda a derecha dos veces.
-La naturaleza humana, si hubiere algo que pudiera ser de ese carácter en el ser humano (cosa que dudo), no es tan diáfana como usted aprecia. 
Su voz se iba perdiendo para John, pero el velo de Meridiana seguía en movimiento, como si no dejara de hablar.
-Joven caballero, podemos intercambiar opiniones sobre ello mientras caminamos. Otro tema a tratar sería la “bonhomía” de John, es mi amigo y yo lo aprecio, pero no crea que es bueno, ninguno de los dos lo somos. -
Con esas palabras emprendió la marcha


No tengas miedo a que un buen amor te mate, ten miedo a no vivirlo y pensar lo que hubiera sido...
 

#9 2017-10-06 22:13:46

ekah
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Nos despedimos del hombre y comenzamos a caminar a paso ligero, para poder llevar una agradable conversación. A pesar del ruido de las calles, ella parecía comprenderme perfectamente. También supe que no era una mujer cualquiera; solo algunos nobles hablan con la fluidez y lenguaje tan rico que parecía demostrar con su acompañante. Le respondí a su comentario, lo más educadamente posible:
—¿Usted cree no ser una buena persona? Yo concibo en la idea de que sí. Aunque si bien es cierto que sin luz no hay oscuridad, en el ser humano reside bondad y maldad. Cuando una resplandece más que la otra se puede apreciar el tipo de persona que es, y si merece estar con usted. Pienso que mi conjetura es simple, más no la menos acertada. Gracias a este pensamiento he logrado llegar a donde estoy.
Paseamos entre la multitud de personas que venían a comprar o simplemente a mirar. Habían diferentes tipos de puestos: desde ventas de carne fresca, hasta bonitas joyas que el sol iluminaba. Al comienzo del paseo se hacía un tanto incómodo, pero finalmente divisamos a lo lejos la plazoleta, donde distinguí unos asientos de piedra. Le ofrecí sentarse mientras proseguía con la charla:
—Cambiando bruscamente de tema, ¿vino usted al torneo para deleitarse con las batallas? No hay algo más noble que luchar por honor. Aunque considero, y esto ya entra dentro de mi opinión, que esta no es la mejor forma. Me figuro que al ofrecer un premio tan sumamente alto las personas se empañarán por la codicia y dejarán que su maldad se apodere de ellos. Que la Diosa los perdone y se apiadan de su alma. —dije esto último mientras hacía un gesto de señal de rezo, juntando los dedos gordo, índice y corazón.


« Porque aprendí que si no creo en mí misma, el mundo nunca creerá en mi. »
 

#10 2017-10-07 21:33:33

akagi
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Meridiana, caminó por el mercado observando a los transeúntes, buscaba algún dato anómalo que le permitiera evaluar alguna movida de un jugador anónimo. La actitud del joven había sido, hasta ahora, encantadora y cordial, lo que hacía que ella desconfiase en extremo. Al pasar por los puestos de carne, no pudo evitar un poco de repulsión al ver que la gente comía cadáveres, ni que fueran animales carroñeros.
Al llegar a la Plazoleta, en el banco de piedra, Meridiana se sentó a la izquierda de Ser Edryan, con el sol a la espalda. Dejando libre su mano izquierda, para poder alcanzar la daga que guardaba a la derecha de su cintura. Podía ser una trampa, algún viejo conocido que hubiera utilizado al joven para que la apartase del lugar seguro donde estaba, a fin de llevarla a un terreno distinto; preparándole una celada. Ella sabía que nadie escapa a su destino, pero estaba dispuesta a dar batalla. Creía, que, cuando mucho, el joven sólo era un señuelo y que el ataque mayor llegaría de otro lado – su cuerpo estaba cubierto– debía proteger su cara. También evaluó la posibilidad de utilizar, en caso extremo, al joven como escudo humano interponiéndolo entre ella y el agresor; era alto, pero no suficientemente robusto y parecía ser ligero; por lo que suponía que con la fuerza de su diestra lo movería con facilidad.
Mientras pensaba eso, intentaba seguir el tema de conversación –ya que podría equivocarse y el ardid ser producto de su paranoia-.
Había escuchado a su interlocutor en diagonal: luz, obscuridad, bien, mal, honor y codicia aún resonaban en su cabeza. No pudo dejar de pensar que esa visión del mundo maniquea era propia de una persona muy joven, tal vez demasiado –tanto que no tenía siquiera barba-. Se apenó por haber pensado en utilizarlo de escudo; pero luego, recordó que era caballero –y una anarquista no se lleva con las fuerzas del orden- por lo que ya no le daba tanta pena la idea primigenia. Miró al caballero y expresó:
-Joven usted ¿cree que en el mundo sólo hay blanco y negro? Acaso, ¿no encuentra matices y policromía en la vida cotidiana? ¿Qué lo lleva a pensar que en la faz moral la situación sería diversa?  Disculpe que conteste a sus preguntas con nuevos interrogantes.
-Ahora bien, como primera respuesta, le diré que vivo aquí, no estoy de paso. Para personas que no somos tan buenas como usted, no hay nada mejor que el anonimato de las ciudades. Pero eso no impide que me sienta atraída por las justas que se desarrollarán y esté intrigada por su resultado.
Antes de continuar, Meridiana buscó agudizar sus sentidos,  no percibía sombras y podía sentir la calidez del sol en sus ropas, por lo que nadie se había colocado a sus espaldas. Afinó el oído, para escuchar el zumbido de una flecha o algún metal en movimiento. Nada, sólo el murmullo de la gente. Parecía que había sido falsa alarma y que el joven sólo quería platicar. Sin perjuicio de ello, no pensaba bajar la guardia.
Los temas que le había mencionado el joven podía permitirle hablar horas, pero no estaba dispuesta a exponerse tanto. Además, no lo conocía suficiente como para saber si había preguntado seriamente o si intentaba sólo tomar sol y discurrir afablemente unos minutos.
Los temas denotaban que era un joven absorto en su virtud. Algo que a Meridiana siempre le había llamado la atención era saber ¿en cuánto tiempo se pueden corromper los espíritus nobles?. Pero no pensaba experimentar con él. Siguió el diálogo para no ser descortés.
-La bondad y la maldad son dos términos complementarios, el uno no existe, ni se puede definir sin el otro. El problema es que implícitamente, en algún momento, se establecieron jerarquías entre ellos.
-Creo que uno debe conocer su lado más ruin para poder evaluar y elegir su opuesto. ¿Si alguien hiciera siempre el bien por no conocer el mal, lo haría por un motivo moral? ¿Si se obra por obligación, cuál es el valor o la conducta ética?
Antes de seguir bombardeando al joven y amable caballero con preguntas, como le interesaba honestamente saber lo que pensaba y mantener una relación con él. Pensó en dejar de atosigarlo. Meridiana tenía debilidad por conocer los meandros del alma humana –si es que existiese- Pero como había demostrado ser un joven creyente, obviamente tenía una –que vaya a saber quién diablos se la forjó a fuego desde su tierna infancia-. Además, un inocente caballero es una buena fuente de información. Por lo que dijo:
-Me disculpo si mis planteos extremistas y un poco agnósticos lo incomodaron. respeto que sea creyente. Realmente quisiera seguir la conversación con usted, pero ahora no puedo. De otra parte, si intervendrá en el torneo, me gustaría poder asistir para verlo antes o después de la justa.
Continuó su alocución con una chanza:
-Supongo que ha de ser muy dúctil con la espada, por lo que sobrevivirá al primer encuentro.
Meridiana se levantó, miró hacia los costados, aún pensaba en un posible ataque. Le sonrió al joven (si bien la mueca casi no se percibía bajo el velo), inclinó la cabeza hacia la derecha y un poco para abajo, y dijo:
-Realmente, fue un placer conocerlo, espero volver a verlo.
Caminó unos pasos y luego se perdió en una calleja.


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#11 2017-10-08 13:33:09

zator
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Tras la marcha de Meridiana, desde un callejón oscuro emerge la silueta de un hombre alto y envuelto por completo en un traje oscuro, su rostro era tapado por una mascara con cristales en los huecos de los ojos. Rápidamente se acerca a Edryan con paso firme.

-¡Saludos, formidable caballero! No he podido evitar escuchar vuestra conversación. Así que vais a participar al torneo, ¿me equivoco? ¡Tengo algo que seguro le ayuda en su épica emprenda! -manifestó a un ritmo desenfrenado, tal que sus palabras parecían ráfagas de flechas que iban directas a Edryan, al cual no le daba tiempo ni a mediar palabra.

-Oh, ¡qué modales los míos! No me he presentado, me llaman Uber. Uber para los amigos, ¿porque somos amigos, verdad? ¡En este mundo no se puede ir solo, no señor! Todos necesitamos la ayuda de todos, es lo bonito de vivir en un reino tan civilizado como este, ¡vaya que sí! Así pues, tu quieres ganar el glorioso torneo que se celebrara en honor a la gran reina, pero en tu camino se cruzará gente de mala fe que solo piensa en el premio metálico. ¿Sabes qué? Puedes darle su merecido a esa gente con mi ayuda, hum, bueno, decir que la ayuda es "mía" es ser demasiado arrogante puesto que sois vos quien va a lucir su espada. Digamos que te puedo proporcionar un "por si acaso" -pausó brevemente, como si necesitarse tomar aire.

-Vaya, ¡mis nefastos modales de nuevo! ¿Podríais darme vuestro nombre, flamante caballero? -preguntó tras escupir todo su monologo, tendiéndole la mano a Edryan en un signo de confianza.

Modifcado por zator (2017-10-08 13:53:41)

 

#12 2017-10-08 14:53:06

norima
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Danyel Deynthier

Habiendo estado atento al desencadenamiento de la conversación por parte del caballero y la misteriosa dama sobre las apuestas mientras los seguía y me mantenía a una distancia bastante condescendiente gracias a mi sobredesarrollado oído, había quedado tan absorbido por ésta que ciertamente no vi llegar al extraño hombre de oscuros intereses. Movido por la empatía que me generaba el pobre muchacho, aunque no sin ese pequeño pero incesante deseo de seguir permaneciendo de mero espectador ante la expectativa de que un, a todas luces, ingenuo miembro de esa caballería que me generaba el mayor rechazo posible se viera envuelto en tales asuntos, me interpuse en la conversación sin miramientos.

—¡Ts! —siseé acercándome por la espalda del vendedor, y haciendo parecer que le susurraba, pero en un tono lo suficientemente alto como para que me escuchara el chico, comenté —¿No has pensado que justo alguien de corazón tan puro como este muchacho no tendría ningún miramiento en delatarte ante la guardia por querer venderle elementos de dudosa procedencia para ganar de una manera deshonrosa? —Negué varias veces con la cabeza mientras mientras chasqueaba la lengua y me interponía ligeramente entre ambos, e inclinándome al extraño le susurré deliberadamente —Hay que elegir mejor a los clientes —mientras afloraba una sonrisa en mis labios.

Me giré bruscamente hacia el joven, esperando que hubiese entendido la situación y mis palabras. —Estoy interesado en el torneo, pero me temo que ando perdido, y pensé que sería inteligente y responsable preguntarle a un caballero como vos —le dediqué la más encantadora de mis afables sonrisas.


Nouse aina noitussani. Iske, iske aina iskeissäni. Laula aina laullessani.
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#13 2017-10-08 16:20:56

ekah
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Traté de procesar lo mejor que pude las palabras de aquella mujer que hacía llamarse Meridiana. Miles de dudas surgieron en mi cabeza, que no pude decir porque sentía que lo mejor que podía hacer era escuchar. En aquel momento me sentí demasiado joven, tan es así, que pude llegar a la conclusión de que debía aprender más. Conocer más y obtener experiencia, para así, dar mi propia opinión. Sabía que esto no era mi mayor prioridad, así que traté de desconectar de estas confusas divagaciones. Fue entonces cuando (otra) persona totalmente envuelto en ropajes se me acercó, y me habló sobre la anterior conversación. Pretendía ser mi amigo, a pesar de que nunca le he visto nunca. Era un personaje muy excéntrico, que no paraba de hablar y hubo una frase que especialmente me llamó la atención. Quizás si es cierto que no deba irme tan lejos yo sola. En aquel momento hubo algo que se encendió dentro de mi como una llama que surge del choque entre dos piedras. ¿Debería pedir ayuda, entonces? Cavilé mientras el hombre seguía charlando acerca de un “por si acaso”. No necesitaba asegurar mi victoria, y ese señor tan alto y delgado, de cara totalmente tapada me daba mala sensación. No parecía ser un hombre de bien, o quizás yo era un tanto desconfiada. De cualquier modo, iba a decir algo, cuando otro se acercó, interrumpiendo nuestra insólita conversación. A diferencia de las dos anteriores personas, éste sí que iba destapado. Más bien, era también más alto que yo, de pelo blanco y corto. Llevaba una ropa holgada, al igual que la mía, a diferencia de que él no portaba ninguna espada. No podía ser un caballero, porque obviamente, él no hablaba como ninguno. Y por supuesto, jamás le había visto. Comenzó a susurrarle unas palabras a aquel hombre que se hacía llamar Uber, para después dirigirse a mí, preguntándome acerca del torneo. ¿Iba a participar? ¿Para qué necesita preguntarle a un caballero? Solamente podía llegar a la sencilla conclusión de que nos había estado siguiendo a mí y a la señorita Meridiana. Me levanté del asiento, y dije, secamente:
—Señor Uber, espero que no haya intentado ofrecerme algo que no debía. Las batallas del torneo se deciden por la fuerza, astucia e inteligencia de cada persona. Ninguna debe ser alterada bajo ningún concepto. Si por el contrario desea hacer un buen gesto, debería ofrecerse como voluntario para ayudar a los heridos en este torneo. —miré entonces, al desconocido albino que me observaba amablemente. —¿Vos qué deseáis saber del torneo? Pregúnteme lo que desees saber, puedo responder acerca de ello. Mis disculpas, señores, debí decir mi nombre antes. Me llamo Ser Edryan de Ordpast, recién nombrado caballero. ¿Puedo preguntar qué buscáis exactamente en el torneo? ¿Tal vez la fama, o quizás solo el dinero?. —diciendo esto último clavé mi mirada en él.
A pesar de no ser hombres de buen augurio, las palabras que Meridiana me dijo, sumando a las de Uber, se emulsionaron en mi cabeza y me impidieron ignorar a ambos hombres. Si quiero llegar viva al norte, necesitaré más personas de confianza en este mundo, y para ello debo conseguirlos, sea como sea.


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#14 2017-10-08 16:59:50

norima
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Danyel Deynthier

No era difícil leer al muchacho, como exaltaba la grandeza y el honor de una manera que tan solo alguien joven y bastante ingenuo podría hacerlo. Seguramente además de caballero fuese noble, y quito el “duro” entrenamiento que pudiera recibir como tal, jamás se podría hacer una idea de lo oscura y cruel que puede llegar a ser la vida fuera… Tal vez no, hasta que realmente se viese envuelto en ella. Decidí metérmelo en el bolsillo rápidamente con alguna historia cargada de sentimentalismo, y de este “deber” y “honor” tan caballeresco que tanto respetaba, para después ya decidir en que podría beneficiarme. Antes de que pudiese hablar el mercader cogí aire y tomé un semblante más serio, empezando mi actuación.

—Me llaman Dedé mi señor, y vengo del norte. —hice una pequeña pausa para que mis primeras palabras pudiesen calarle —como sabrá, debido a la organización por clanes allí reina la anarquía y se rigen por la ley del más fuerte. Mi padre, un hombre de bien, decidió enviarme aquí, al torneo, puesto que soy valeroso y no temo perseguir un futuro mejor para todos —en esta parte del diálogo, me llevé una mano al pecho y miré hacia otro lado, aparentando pensar en mi pobre y sufridora familia —para intentar ganarlo y así evidenciar la dura vida a la que nos vemos expuestos, y que pese a todo, muchas gentes de buen corazón guardan lealtad a la joven reina y desean que nos logremos unificar de una vez por todas en un futuro no muy lejano con el reino —sonreí ligeramente, mientras clavaba mis ojos en él, para que no pudiera caber en él ni un solo atisbo de duda, ni sobre mí, ni sobre mi cometido —Es mi deber como hijo, como hermano, y como amigo, hacia todas esas personas que depositaron su fe en mí… pese a mi juventud. Y me gustaría informarme en cuanto a todo, porque vengo de lejos y ando perdido.

Aprovechando mi cara de niño, me lleve una mano tras la cabeza, intentando hacerme el avergonzado por sentirme demasiado joven por todo lo que aparentaba haberme devenido la vida, y así empatizara con mi historia y mi personaje. Paralelamente no paraba de pensar que le había prometido a Absdem que no me metería en líos, más aun siendo el primer día, pero ya buscaría la manera de zafarse de esto otro en su debido momento.


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#15 2017-10-08 18:12:14

zator
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Uber soltó una carcajada después de oír a ambos jóvenes, frotándose las manos con energía para continuar su discurso.

-Señores, señores, me parece que ha habido un terrible malentendido. No soy un mercader, ni siquiera persigo el dinero. Soy un gentil alquimista con un gran sentido del altruismo que busca ayudar a la gente a alcanzar su máximo potencial. Lo único que quería darle al joven era uno de mis tónicos caduceos, creados con mezclas de hierbas y raíces totalmente naturales -volteó la mirada al joven de cabellos blancos, no se podía saber cual era su expresión por la máscara- y en ningún momento he pretendido convertir a este caballero en mi cliente. Lo único que le he ofrecido es algo que "ya" tienen, para hacerlo un combate justo digamos.

Sacó de uno de sus múltiples bolsillos un frasco de cristal con un líquido verdoso por el que flotaban algunas hojas. Desprendía un suave olor a humedad.

-¿Lo ven? No es ninguna trampa o fechoría. Y como he dicho antes, no le pretendo cobrar, sino ayudar. Ayudar a que este sea un torneo justo ya que, como dije anteriormente, hay algunos participantes malintencionados que están haciendo trampas para poder quedarse con el afamado premio -dijo mientras apretaba su puño- y os preguntareis como es que soy poseedor de esta información. Digamos, que conozco gente de mala fe que solo busca el oro y la plata de los deshonorables participantes del torneo, solo quieren usar su sabiduría para sacar tajada. Por eso mismo insisto en que no soy un mercader, no quiero vuestro infame dinero.

Pausó un momento, mirando el frasco que había sacado.

Si no lo quieres usar, no lo uses, si quieres hacerlo, ¡hazlo! Yo solo te doy la posibilidad de que todos los participantes del torneo luchen en igualdad sin importar su sexo, raza o clase social. ¿Qué me dices? -soltó finalmente, acercándole el frasco a Edryan.

 

#16 2017-10-08 23:59:12

ekah
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Pude observar como claramente ese muchacho que se hacía llamar Dedé se reflejaba tanto en mí. Con una gran empatía latente en mí, no pude evitar coger su mano, apretarla, y decir, apresuradamente y sin cambiar mi gesto:
—Mis disculpas buen hombre, como ya veo, usted es una persona de bien. Me equivoqué al dudar de vos por un momento, y es algo de lo que ya me estoy arrepintiendo. De haber sabido que solamente vendrías por un propósito tan noble, le hubiese guiado por esta gran habitada ciudad. Permíteme ayudarte en lo que pueda, a vos y a vuestra honorable familia.
Por extraño que pareciese, me noté demasiado emocionada, al punto de que mi mente se quedó en blanco. Debía mantenerme en mi compostura, así que la recuperé y traté de hacer con que lo anterior no había sucedido. Quizás debería aprender a controlarme en lo que respecta el honor y la lealtad. Uber volvió a dirigirse a nosotros y sacó su misterioso (y no menos curioso) brebaje. Era algo ingenua, sí, pero no necia. Me dirigí al enmascarado, que anteriormente se frotaba las manos enérgicamente y finalmente me mostró su tónico de aspecto verdoso. No se veía especialmente bien. Dije, cortante:
—Señor Uber, si no le importa, me gustaría saber a qué afecta este tónico. Y por ello, me gustaría una demostración de lo que puede llegar a hacer. ¿Me acompañaría a mí y a mi buen hombre Dedé a un sitio más aislado? Sería un placer que usted mismo probase sus efectos.
Dicho esto señalé la dirección del sitio que mencioné. Se encontraba un poco lejos, junto a una iglesia. Sin esperar a que ambos me siguiesen, emprendí la marcha hacia allí.


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#17 2017-10-09 14:51:39

zator
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Uber asintió con la cabeza. Parecía completamente seguro de las capacidades de su brebaje que tanto le enorgullecía.

-Por supuesto, caballero. Me encantaría que pudiese comprobar los efectos de este tónico con sus propios ojos y vea que no hay truco alguno. Aunque me urge una pregunta, ¿a donde nos trasladamos si se puede saber? No quiero ser paranoico, pero me temo que hay zonas de esta ciudad a las que prefiero no ir, lugares repletos de gente de mala fe que podrían robar mi escasa mercancía, lo cual sería una desgracia.

 

#18 2017-10-09 16:10:23

norima
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Danyel Deynthier

Había conseguido mi propósito, y aunque tal vez mi actitud pudiera devenir en problemas, ya me encargaría de tener cuidado y pedir consejo a los más curtidos del grupo… Si es que no me comen vivo ellos antes, claro. Pero es que siempre me dejo llevar y parece que no aprendo. De todos modos no había mentido exactamente, simplemente había adornado con icónicas filigranas la verdad.

Muy a mi pesar, los acontecimientos se desarrollaban a un ritmo vertiginoso, y antes de darme cuenta me veía siguiendo al joven caballero y al extraño de la máscara, que no iba a cejar en su empeño de colarnos sus frascos. Pero es que, en cierto modo, con mi diálogo lo más probable es que le hubiera dado entender que tenía las mismas creencias que el otro joven, y aunque nos pese incluso por honor hay personas que venden su alma al diablo. Aunque no iba a dejarme embaucar ni por el hombre ni por sus palabras, si bien pudiera captar mi atención la curiosidad de como una hipotética poción doblara mi fuerza teniendo en cuenta mi base animal, lastimosamente valoro demasiado mi humilde integridad.

—Será verdaderamente interesante ver lo que puede llegar a hacer esa cosa  —comenté desviando mi mirada del extraño hacia otro lado, y alzando ligeramente una ceja, ciertamente escéptico. A medida que avanzábamos iba fijándome en el camino y por dónde andábamos, para quedarme un poco con el lugar, pues yo tampoco sabía dónde íbamos a acabar, aunque esto no me preocupara tanto como hacia parecer por su parte el alquimista.


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#19 2017-10-09 19:10:52

akagi
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Meridiana, percibía que algo no estaba bien, se podía sentir en el aire. Por lo demás, la gente no era gentil con ella porque sí, sin buscar nada a cambio. Consciente de ello, su lugar era el mercado, donde todo se compra o se vende. Sólo hay que estar dispuesto a pagar su justo precio. Son las leyes del cálculo y la ciencia no tiene valores. La prueba manifiesta de ello era John y como ambos compartían la relación de intercambio se llevaba tan bien con él.
Caminó raudamente por las calles tenía que volver a la plazoleta para ver si el joven caballero había concertado con alguien para tenderle una trampa.  Lamentablemente sus ropas negras eran demasiado notorias, debía camuflarse. En ambientes urbanos no podía desnudarse sin más para mimetizarse con el entorno. Optó por hurtar unos lienzos color caqui y utilizarlos por sobre la túnica, a modo de ruana. Caminó con la cabeza gacha para no enseñar el velo.
Tomó por otra calleja que desembocaba en la plazoleta, trató de ver hacia el banco y no encontró al joven. Buscó entre los transeúntes. Divisó una melena similar y la espalda de una camisa color crema holgada, los pantalones cobrizos y botas altas oscuras, la vaina de la espada y la correa de cuero. No cabían dudas, era él.
No sin desazón, vio que se encontraba acompañado por dos sujetos. Como era de esperar (pensó), casi que caigo en la trampa. Tendré que evaluar mejor al caballerango –utilizando un término despectivo, casi por despecho-. Ambos acompañantes tenían notas distintivas, uno era albino y el otro, vestía de negro y se cubría el rostro. Nada bueno se podía esperar de quien usaba ese color de ropa y se cubre el rostro, pensó para sí.
-¿Qué se traerán entre manos?. Esos parecen no estar muy cómodos con el joven, pero tampoco le temen. Los tres se dirigen a libre voluntad.- masculló entre dientes.   
No observó que los otros portasen armas a la vista, igual podían llevar algo oculto o bien utilizar la espada del joven. El que más la inquietaba llevaba algo en su mano; ella debía guardar prudente distancia, podía sobrevivir a los cortes, pero no sabía qué era eso que portaba el hombre enmascarado.
Los siguió, vio que se dirigían hacia la Iglesia -era un lugar que le traía malos recuerdos- dudó unos segundos en seguirlos, pensó en detenerse y observar de lejos, su visión no la ayudaba. No obstante, si veía dónde entraban y encontraba dónde parapetarse, podía esperar a que alguno saliera para seguirlo. Confiaba en su poder de conjetura para armar un rompecabezas con pocas piezas, ya todo cobraría sentido. Mantuvo una distancia considerable, suponía que no tardarían demasiado, además contaba con todo el tiempo del mundo, podía tomar un bocadillo proteico allí donde se encontrase –insectos no faltaban en Seyna-. Aguardó expectante.


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#20 2017-10-09 22:01:25

ekah
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

La multitud que en un principio nos obligaba a caminar en fila recta se fue dispersando poco a poco. Pude oír detrás de mí la voz de Uber preguntándome acerca del paradero de nuestro destino. Contesté sin dudar:
—Señor, no se preocupe, su mercancía estará protegida. No permitiré ningún hurto en mi presencia. Recuerde que mi deber como caballero es mantener el orden y la paz mientras no haya ningún guardia cerca. Contestando a su cuestión, nos dirigimos a una zona despejada que está justo a la derecha de esa iglesia. —señalé la misma, y finalmente el sitio al que me refería. Era un pequeño campo aislado, el sitio ideal para soslayar situaciones desastrosas sin causar problemas a ningún ciudadano. También pude escuchar a lo lejos a Dedé, pero la lejanía me impidió oír exactamente lo que decía. Supongo que comentaría algo acerca de la cantidad de personas.
Me paré en seco cuando llegamos a nuestro destino. El campo era alto, verde y fresco. No tuve tiempo de analizar muy bien la iglesia; había cierto misterioso alquimista que me lo impedía. Respiré hondo y le pedí a Uber que se colocase en frente mía. Insistí en que Dedé se alejase para evitar que pudiera hacerse daño. Fue entonces cuando dije, de brazos cruzados y seriamente:
—Tómese el brebaje y muéstreme su poder. Si noto algo sospechoso no dudaré en utilizar la fuerza. —fue entonces cuando me pregunté a mi misma, ¿es esto lo que haría un buen caballero?.


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#21 2017-10-11 02:24:44

etsuko-chan
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Chizu:
Un nuevo día comenzaba, como siempre Chizu se levantaba temprano por la mañana tras una gran aventura junto con su hermano Edenn y sus marineros. A ella siempre le gustaba acompañarlo en sus viajes ya que eso significaba conocer nuevos rumbos y/o visitar viejas amistades. Además, no sería una buena sub-capitana, si no se pasaba a visitar a sus marineritos de vez en cuando. Ni tampoco una buena hermana, si no visitara a su pequeño hermano en ocasiones.
Así es, en la gran embarcación de Edenn, su hermano menor, ella fue coronada como sub-capitana, por el respeto que le tenían no sólo la tripulación, sino también su hermano. A pesar de no ser una interesada en el mar y las aventuras que este le aguardaba, como su hermano. Era una amante de los títulos y, realmente, ser sub-capitana junto con su hermanito, no era algo que le disgustara. Siempre se podían vivir una o dos aventuras sobre el mar, antes de volver a poner los pies sobre la tierra y regresar a las tabernas a hacer negocios.
La luz del sol se colaba por un vitral redondo que adornaba la puerta del camarote de Chizu. (A pesar de no residir en el barco como su hermano, el capitán, y la mayoría de su tripulación. Ella tenía su propio camarote para cuando decidiera volver, aunque insistió en que no necesitaría uno ya que podrían pasar días o años hasta que decidiera hacerlo.) La muchacha se estiró al salir de la cama, como si de un gato se tratara y colocándose sus ropas de siempre, salió del camarote respirando el aire puro. Con su bufanda/capa en la mano, apreció el comienzo de este nuevo día.
-Siempre a tiempo.- Dijo una voz gruesa, la cual sabía perfectamente de quién provenía.
-Y tu siempre a destiempo- contestó Chizcu sin siquiera mirar a su hermano. -¿Cómo puede ser que siempre me agarres a punto de escaparme?- interrogó la muchacha colocándose su capa y dándose la vuelta buscando al chico con la mirada.
-Un buen capitán siempre está un paso adelante de toda su tripulación, querida hermana.- Dijo este observando a la chica mientras terminaba de arreglarse la ropa. -¿A que sé debe tu intento de escape esta vez Chizu? ¿Es que no has aprendido ya que este es tu lugar?-
La chica sonrió preparando para tomar una soga que colgaba de las velas que aún no estaban izadas. -¿Mi lugar? por favor Edenn, sabes que no soy como tu.- Agarró la soga con una mano, mientras con la otra se señalaba a si misma con el dedo pulgar. -Es hora de que me marche hacia un nuevo horizonte hermanito. Iré a ver qué hay de nuevo en las ciudad ya sabes que no tienes que esperarme-
El chico esbozó una sonrisa chueca y miro a su hermana a los ojos. -Y tu sabes que siempre puedes regresar aquí.- Levantó la mano saludándole mientras ella se deslizaba ágilmente hacia el puerto. -Aunque no sé por qué tienes tanto entusiasmo por ir nuevamente a la ciudad, el mar siempre traerá nuevas aventuras- Dijo en un tono más bajo como si quisiera que no lo escuchara.
Chizu se dedicó a devolveré aquella sonrisa chueca, tras escuchar lo que Edenn decía, mientras movía la mano en señal de despido. -Es mejor pasar más tiempo en los bares que sobre el mar, además me mareo fácil hermanito- Dijo ella entre dientes, teniendo en cuenta que su hermano ya no podía oírle.
-
Hacía bastante tiempo desde que estuvo en la ciudad. Luego de la última aventura que tuvo con Edenn y su tripulación, estuvieron posando en las islas Hutikke, como suelen hacer siempre antes de volver al puerto de la ciudad.
Las personas se veían algo alborotadas, y Chizu, quien venía de otro ambiente ahora mismo, no podía entender qué era lo que andaba en boca de todos.
-Bueno- Se dijo para si misma -Tendré que renovar mi stock de pociones y de paso, enterarme por qué hay tanto cuchitreo en boca de tantas ratas.- se preguntó - Creo que es hora de visitar a una vieja amiga. - Termino de decirse dirigiéndose en dirección a casa de cierta brujita quien la habría ayudado hace ya mucho tiempo.


No puedes proteger dos cosas al mismo tiempo.
Si no tomas una decisión, perderás
ambas.
 

#22 2017-10-13 18:40:17

zator
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Uber se frotó las manos aún más enérgicamente al ver que el joven mostraba curiosidad por su tónico. Le quitó el corcho al frasco prestando un gran cuidado, siguió por levantarse la máscara hasta la parte de los labios, se podía apreciar que tenia una barba de pocos días bajo la que había una piel gris, apagada. Bebió con suavidad hasta dejarlo vacío y nada más hacerlo se volvió a tapar con la máscara.

-Bien, señor caballero. Observe de lo que es capaz este brebaje al transformar a un enclenque alquimista como yo en un portento físico -alardeó con soberbia.

Había un tronco recién cortado cerca de ellos. Uber solo tuvo que agarrarlo y estirar para sacarlo como si de una pequeña piedra en la tierra se tratara. A pesar de su altura, el alquimista no parecía una persona fuerte, era demasiado delgado como para realizar tal proeza.

-Si yo, un señor que prefiere la pluma a la espada, puede alcanzar esta fuerza, imagínese usted, que ya ha sido curtido en la batalla, lo que podría hacer. ¿No tiene siquiera curiosidad en ver como puede alcanzar su máximo potencial?

 

#23 2017-10-14 12:20:40

ekah
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Instintivamente sospeché del hombre enmascarado. Tal y como él dijo, era demasiado delgado como para poder arrancar aquel tronco, y no sólo pudo hacerlo, sino que además lo hizo con gran facilidad. No pude evitar dudar, y sin duda, sabía que algo era equívoco. Pregunté:

—Señor, ¿está usted seguro de que eso no augura algún efecto negativo? Creo pues, que su bebida de hierbas puede ser fatal para la salud mental de sus clientes. —dije seriamente.

Si no encontraba alguna falla en su bebida, no tendría que tener motivos para dudar. Si no tenía efectos secundarios en el cuerpo, debería de tenerlos en la mente. Aunque ciertamente necesito ganar ese torneo; debo hacerlo para conseguir el dinero suficiente como para llegar a la zona más peligrosa de Aksunj sin perecer en el intento…
Otra vez más, me replanteé entre escoger o no el “por si acaso” de Uber.

Modifcado por ekah (2017-10-14 12:22:18)


« Porque aprendí que si no creo en mí misma, el mundo nunca creerá en mi. »
 

#24 2017-10-14 13:48:09

zator
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Décadas creando en pociones con alquimia con tal de exprimir el máximo poder humano no han sido en vano. Perfeccionado hasta la saciedad y sin efectos secundarios, a parte de que si se usaba con frecuencia el usuario terminaría siendo adicto a la sustancia, sin embargo, solo lo iba a tomar una vez, y Edryan también, por lo que no habría problema alguno en sus cuerpos.

-¿Efectos secundarios en este culmen de mis conocimientos? ¡Bobadas! ¿O acaso me veis vos a mi que me ocurra algo? Ni mi físico ni mi mente han sido dañadas. Para mis tónicos yo destino los mejores materiales para crear algo PER-FEC-TO. Si no he dudado en beberlo yo mismo, ¿por qué iba a engañaros?

El joven caballero se mantenía firme y dudaba del alquimista, pero el tónico era algo demasiado bueno como para dejarlo escapar, "por si acaso" era algo que afloraba en lo más hondo de su corazón. Uber sabía que él anhelaba ganar ese torneo por alguna razón, al igual que todos los participantes que se abrirían paso sin piedad hasta ganar ese premio dorado.

 

#25 2017-10-14 15:01:42

norima
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Re: [Rol público] El reino de Knovv

Danyel Deynthier

Tras llegar al claro alejados del gentío de la ciudad, el alquimista no tuvo al parecer ningún reparo en beberse la poción, y seguidamente se acercó a un tronco para arrancarlo sin miramientos. Si bien por contextura podría decirse que se veía más bien débil, ¿Podría caber la posibilidad de que no fuera humano? Al fin de al cabo ese era el seguro del que me había aprovechado yo toda la vida, y hacer ese tipo de proeza aparentando ser más bien un lampiño muchacho también estaba en mi mano. Antes de poder enunciar en voz alta mi pregunta, el joven caballero expuso su preocupación acerca de posibles efectos secundarios, que obviamente el alquimista negó. Suspiré.

—No tendríamos porque hablar de efectos secundarios inmediatos, mi señor —dije estas últimas palabras, dirigiéndome al alquimista, con cierto retintín, siguiendo el tema de la conversación. Miré por un segundo al caballero, preguntándome que ideas estarían rondando por su cabeza en este momento. —¿Es usted humano? —sentencié finalmente, volviéndome a dirigir a la máscara de ese extravagante hombre, y que solo conseguía que levantara más sospechas. Aunque obviamente si quisiera mentir lo seguiría haciendo, al menos con la pregunta conseguiría que el caballero tuviera otra línea más en la que pensar.


Nouse aina noitussani. Iske, iske aina iskeissäni. Laula aina laullessani.
Vihmo itses vihmoessas.

                                                                                                      2008/03/20
 
 

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