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La Guerra siempre fue implacable, inevitable en ciertos casos... por eso necesitaban a alguien –algo–, que pudiera hacer frente al enemigo con destreza, sin sentir dolor, sin sentir miedo... ninguna emoción, a decir. Y que, además, pudiera volver a armarse como si nada. Algo que fuera casi completamente indestructible.

Zyran fue creado. Una marioneta que obedecía a toda orden y era implacable. No sentía furia, ni pena, ni misericordia, ni cansancio. Nada. Esas fueron razones para que pudiera batallar por la eternidad.

Tenía un amo, un alquimista que logró darle "vida" y a quien seguía sin importar qué. Era al único que obedecía.

Norfolk, la tierra que Zyran ayudó a proteger por muchos años, se hizo muy fuerte gracias al ejército de un solo hombre –o más bien, marioneta–, pero... siempre hubo situaciones que superaban a otras y, tras una última batalla, Norfolk pereció... Se quedó como "La Tierra Inexistente", pues fue sepultada en la brutal guerra. El suelo se devoró cada minúscula parte del territorio, haciéndolo desaparecer. A todo y todos... excepto Zyran.

Sin un maestro, no podía seguir a nadie, no podía moverse, no podía "vivir". Entró en un estado inanimado, su cuerpo tirado entre la naturaleza por mucho tiempo, hasta que lo encontraron. "Pero es sólo un títere con tamaño humano", lo intentaron vender como tal, incluso venderlo por partes, pero estas no cedían.

Pasó de un lado a otro por mucho más tiempo, pero él nunca pudo ver ni advertir su alrededor, no a menos que alguien pudiera despertarlo.

"Yo soy la espada... Si no... ¿quién soy en realidad?”

Us– Aún estoy pensando si colocar datos de Zyran o ir describiendo en el rol.
Se puede adaptar a cualquier época.