| Adrink Wesh |  Leviatán | | ♂ || Bi | Soltero | 

I-II-III-IV-V

Leviatán no recuerda gran parte de su infancia, no recuerda cómo llegó a tales lugares o con quien lo hizo. Recuerda que estuvo solo hasta llegar a una aldea, previamente a eso, no recuerda nada. Era demasiado pequeño cuando llegó a una casi desolada aldea, estuvo desorientado y confundido vagando hasta encontrarla. Fue un asombro para los aldeanos cuando un joven chico llegó con tales rasgos, cabello blanco al igual que sus ojos y piel, en el brillaba el blanco pero lo que más aturdía a los habitantes eran los pequeños atisbo de hueso negro que le salían de la cabeza, como sus dientes y la piel de escamas. Pero eran una aldea que nada conocía, situada a la orilla del océano en un área tropical, no socializaban con nadie, no conocían nada más. A cualquier lugar que Leviatán fuera, sería tildado de extraño, provocado miedo, pero esos aldeanos no sabían lo que vivía fuera de su hogar, entonces para ellos solo era diferente, proveniente de un lugar diferente también. 

Fue recogido por una mujer de avanzada edad y vivió con ella por un largo tiempo. Si bien no fue aceptado por todos, pues para algunos lo desconocido era sinónimo de desgracia, sin embargo, ninguno tenía un argumento válido como para que lo echaran. 

Durante el tiempo fueron descubriendo que tenía poderes, que no era normal. Que suponía un verdadero peligro para la aldea como muchos habían afirmado desde el principio. Sacudía de forma peligrosa los árboles así como las tiendas , incluso el mar se veía afectado, que se agitaba cada vez más y amenazaba con volcar sus límites y colapsar todo. Adrink había practicado sus poderes en esos tres años desde que los descubrió, había roto más de una cosa en el proceso, y herido a más de uno también, por eso, para los aldeanos ''agua'' era sinónimo de ''Leviatán'', no tardaron en culparlo de una catástrofe natural.

Pero a fin de cuentas solo era una tormenta. 
 

Entonces, sin previo aviso, la aldea completa se vio arrastrada por el agua. Una ola detrás de otra, destruyendo todo por completo. Para cuando pasó, todo había sido destruido y mucha gente estaba desaparecida, en eso, su madre, la única que lo defendía de todo una aldea, sin ella, ¿Qué sería de él? 
Como bien se temía, los aldeanos quisieron echarlo, Adrink lo aceptó aunque la culpa no había sido de él. Los aldeanos no dudaron en aceptar la propuesta de matarlo y entonces es ahí cuando huye.

Vagó de nuevo hasta que un día se topó con alguien que le mostró que no estaba solo, le enseñó que era él y lo importante que era. No lo entendió en ese momento, pero la idea de serle fiel a esa persona que no lo rechazaba por lo que era se volvió tan intensa que no pudo evitar admirarlo. Desde entonces, Adrink solo a pertenecido a un solo lugar, a seguido órdenes y a socializado con gente como él.

Luce como un chico de veinticinco años. Tiene la piel muy pálida y tersa, con cicatrices en los brazos y espalda que lleva consigo desde tiempos inmemoriables. Mide alrededor de 1’85 exactamente. Lleva el cabello corto y desordenado, de color castaño. Tiene unas manos pequeñas. Su masa muscular es definida. Su cara es ¿cuadrada? (tendrás que comprobarlo tú mismo porque ni él mismo sabe como es), teniendo la mandíbula definida, cejas no tan pobladas, ojos redondos, nariz  no tan estrecha y respingada. Sus ojos son de un color marrón aunque al cambiar de cuerpo o al consumir sangre los vuelven a un rojo.  Adrink viste dependiendo de la ocasión. Como un "señorito" usa zapatos de charol negro recién pulidos, un pantalón negro de vestir, una camisa de seda negra que vaya a juego con su saco, una corbata  que combine y para el toque final, su cabello peinado pulcramente hacia atrás. Cotidianamente viste con una sencilla camiseta blanca de, acompañado con una chamarra, unos ajustados pantalones color negro y unas botas negras. Claro, que no falte su cabello totalmente desordenado.

 En cambio, si hablamos de su transformación de Leviatán lucerá tal y como lo describieron los marineros europeos de la edad de oro de los viajes marinos, como una gigantesca ballena-monstruo del mar, o generalmente una serpiente marina, que devoraba naves enteras al nadar alrededor de los cascos tan rápidamente creando un torbellino. Claro, que en el cristianismo dicen que es un monstruo marino de siete cabezas, cosa que es mentira. Solamente tiene una cabeza. Mide más de 40 metros.

A pesar de ser mayor de edad se sigue comportando como un niño, le gusta que todo se haga a su manera y si no es a si armara un lió. Intenta siempre ser sensual con las chicas, mostrar de lo que se pierden si no están a lado suyo aunque siempre recibe múltiples rechazos con las chicas que siempre lo intenta. A pesar de todo lo anterior, le gusta ser juguetón  e intentarse llevar bien con todo el mundo aunque no siempre lo logre. Es imperativo. Como todo niño pequeño, le gusta hacer bromas de mal gusto, contar chistes malos... entre otras cosas.  Al igual que todo lo bueno siempre hay algo malo, puede ser imperativo pero también es una persona nerviosa a la hora de tomar decisiones importantes que puedan cambiar el curso de algo bastante gordo. Ese es su mayor defecto, no saber que esta bien para los demás, pensando solamente en él y en nadie más. Jamas ha llegado a pensar sobre todos los líos peligrosos que se a metido desde muy joven hasta la actualidad ya que no mide las consecuencias de sus actos, como había dicho anteriormente siempre piensa en él y nadie más que él. 

- Fumador.

- Hizo algunas estafas. 

- Acusado de asesinato de primer grado.

-  Tal vez asaltó y robó algunas veces, poquísimas. 

- Desprecia a las personas que se creen superiores.

- Sabe cocinar pero prefiere alejarse, detesta cuando el aceite cae en su piel aunque sea en mínimas porciones.

- Le gusta la fotografía, por lo que siempre captura momentos o cosas que considera interesantes.

- Leviatán tiene la habilidad afinada con el elemento agua, pues es un dragón acuático. Puede usar sus alas como escudo y arma. Como cualquier dragon, usa sus alas para cubrirse y protegerse, sin embargo, combinado con su fuerte, desprende chorros de agua que, por tal intensidad de fuerza, consigue desprender escamas. El impacto consigue más aturdir que herir al oponente, ganando tiempo. 
- Posee habilidades curativas en contacto con el agua, puede curarse grandes heridas en tan solo un día si se sumergiera en el océano y, con un mayor esfuerzo, de la misma forma puede curar a los demás. 

- Estuvo ingresado en un Hospital Psiquiátrico o Manicomio, como quieras decirlo, el caso es que estuvo ingresado durante un periodo bastante largo pero se escapó. Los motivos fueron que le aburría.