OMD Me odia y por eso me desajusta las cosas de la doll y no me deja ni tocar otras que compro  (T⌓T). Aun así el pj. está listo para rol. 

+21/Acción/Drama/Comedia/BL/Romance/Terror/De todo...

<<Él es la noche, la clama, el silencio. Él es el infinito, el universo, la luna y las estrellas. Él es creador de estas y sus deidades. Le llaman el principio y el final, la oscuridad, la tranquilidad. Le llaman la melancolía, la nostalgia y la tristeza. Le llaman soledad, grandeza, esplendor y belleza. Él es una de las criaturas más antiguas existentes, etéreo, intengible. Él es el negruzco pero resplandeciente manto de estrellas que cubre a todo ser viviente. Adorado por tantos, temido por otros. Él es...>>

Orion.

No es un dios o deidad, tampoco un titán o nada similar. Es una criatura tan antigua y compleja que no se sabe nada más. Cuando adopta una apariencia humanoide, biológicamente hablando se trataría de un varón, sin embargo presenta un aspecto andrógino e incluso tiene capacidades reproductivas tanto masculinas como femeninas. 

En dicha apariencia muestra una extremadamente larga cabellera azabache con reflejos azulados, como la noche. Cuerpo fino, elegnate y pálido, suave. Labios carnosos. Largas pestañas negras enfatizando unos ojos que los humanos normales son incapaces de percibir si él no lo permite o si no son dignos de ello, por eso habitualmente sus ojos son completamente blancos, pareciendo alguien ciego. Si llegasen a ver sus verdaderos ojos estos son pequeñas galaxias, quien quiera que los viera sentiría estar viendo el espacio exterior e incluso podría perderse en estos y caer en un trance sin fin.

Es alguien tranquilo, amable, paciente y considerado. Pero también tiene un lado rencoroso y vengativo, un lado que es mejor no provocar pues ya muchos perecieron a causa de su ira. El Antiguo Oriente... Muchos lugares sintieron su ira eterna pues lograron capturarle para tratar de conseguir beneficio de su control. Orion fue paciente y les dio tantas oportunidades para enmendar sus actos... Cuando se cansó y enfureció en serio, salió de aquel lugar y les maldijo con horrendas noches de tormentas de arena, noches gélidas para las que su gente no estaría preparada y con ello, incontables muertes se irían sumando a diario.

En ocasiones siente una profunda soledad y tristeza dado que jamás pudo relacionarse adecuadamente con las criaturas que habitaban los planetas en su galaxia. Huían despavoridos, o lo veneraban tratándole como algo intocable y al que no se podía hablar siquiera, o por contra intentaban capturarle para beneficio propio.