Con un segundo...

Una milésima de segundo,

Donde mi mente descanse...
Vuelvo a morir...
Porque inmediatamente mi ser
Se traslada en el tiempo.
Y se sitúa, en el preciso instante
En el que era aplastado por la vida.
En el exacto momento, que mi alma 
Se despegaba de mi cuerpo.
En la peor parada de mi estadía en la tierra.
Donde el dolor se hacia fuego,
Que iba quemando y convirtiendo en cenizas mi espíritu...
Y así, despojada de todo, me vi...
Desprotegida, sola, abatida... 
A mitad de camino.
No había piso, no había techo.
Solo habitaba en un lugar de aire espeso.
Donde el respirar dolía,
Donde la brisa que soplaba,
No acariciaba mi piel...
Era espina incrustándose en mi carne.
Y me sentí arañando la vida, con no sé que fuerzas, 
Si la de ella por quererme aquí, o la del cielo empujando mi alma, 
Deteniéndola para que no se vaya...
Fui renaciendo... sigo renaciendo.
Cada noche muero... o vuelo... 
O vivo en la eternidad que deseo,
Allá donde estás vos mi chiquito...
Y llego... claro que llego! 
Y te abrazo y te lleno de besos...
En esa escapadita al cielo, te mimo...
Jugamos...
Y al despertar, te dejo por unas horas, 
Porque sé que cuando salga la luna vuelvo.
Mientras tanto, me traigo un puñado de tus sonrisas, 
Para no extrañarte tanto durante el día.
Está amaneciendo...
Asoman los primeros rayitos de sol, 
Avisando que es hora de regresar...
Es momento de renacer...
El día comienza...
Mi corazón está contento! Lo siento!
Está cargado de amor de cielo.
Salió el sol, que fuerte está! Que radiante!
Despierto a tus hermanos, los abrazo, y los beso.
Por ahí llega algún reto, están creciendo...
Y agradezco cada día por poder cuidarlos, amarlos y tenerlos.
Que pilares fuerte...
Me olvide de avisarte cielo!!!
Me olvide de avisarte, que me traje un puñado de tu perfume, de tus caricias, de tus besos... para repartirlos entre ellos!!!
Los ves?
Te están tirando besos!!!
Ahora estoy en la tierra con ellos...
A la noche, nos vemos en el cielo!!!